El pasaso 9 de octubre, el Senador panista Augusto César Leal Angulo presentó una iniciativa de Decreto que Reforma el Artículo 1 de la Constitución de la República en lo relativo a la protección de la vida humana, contando con un apoyo sin precedentes para la naturaleza del proyecto en comento.
En efecto, la sorpresa no es que un panista proponga medidas en favor de la vida -puesto que está en sus principios de partido- sino que haya contado con el apoyo de 64 senadores, entre ellos los 52 panistas, pero también de seis senadores del Partido Verde, cuatro del PRI y dos del PRD que es el mismo partido en el Gobierno del Distrito Federal y que promulgara el 24 de abril de 2007 la Interrupción Legal del Embarazo hasta la décimosegunda semana de gestación en el Código Penal local.
El hecho acusa una lectura muy interesante, porque pone de manifiesto que la defensa de la vida humana desde su concepción, cuenta con más apoyo del que mediáticamente se ha manejado.
También obliga a hacer una profunda reflexión ontológica sobre el Estado, porque históricamente los pueblos se han organizado y creado gobiernos para asegurar la supervivencia de los individuos; luego entonces resulta contrario a la naturaleza del Estado que su gobierno se ocupe de legislar en contra de la vida.
Revela que en un sector de la izquierda mexicana hay un desconocimiento del liberalismo juarista que tanto defienden, puesto que al principio de la Epístola de Melchor Ocampo el Estado reconoce al matrimonio civil como "medio moral... para conservar la especie" y no puede haber especie humana si no se reconoce esa categoría desde el cigoto.
Ayuda a puntualizar que, en efecto los individuos tienen derecho a decidir sobre su cuerpo, pero que no tienen derecho a decidir sobre otra vida que, aunque no es autosuficiente y autárquica, sí es autónoma.
También es ocasión para aclarar que la Suprema Corte de Justicia no ha aceptado el aborto, sino que reconoció que las autoridades locales del Distrito Federal sí tienen competencia de legislación en la materia.
Pero quizá lo más interesante de la iniciativa del Senador Leal, es que por fin despierta al PAN de su letargo intelectual y lo vuelve a poner en el terreno de las ideas, reconciliándose con un gran número de mexicanos, panistas y no panistas, que coinciden con su doctrina partidaria y que ahora recuperan la voz en las tribunas de la Nación.
La iniciativa en comento es una ocasión para provocar el debate serio, despojado de prenociones, y apegado a los principios filosóficos del Estado Mexicano, que hace ya mucho tiempo se perdieron.
Por supuesto que la iniciativa Leal da para mucho más, porque puede extenderse a la protección de toda forma de vida en el contexto de la ecología; e invita a considerar si la acción del Estado se limita a los individuos o incluye a su entorno de desarrollo, en un perfeccionamiento del Republicanismo Kantiano, lo que llevaría a pensar en "Garantías fundamentales" que van más allá de las individuales.
Si el proyecto, que ahora se encuentra en la Comisión de Puntos Constitucionales, tuviera un resultado favorable a su autor, ello obligaría a que el Ejecutivo tome las medidas de previsión para los casos de embarazos no deseados y de cómo habrá una protección institucional a las madres e hijos en estas circunstancias.
No nos manifestamos ni a favor ni en contra del aborto, porque eso toca más al ámbito de lo privado, cuando nuestra labor se desarrolla en función de la cosa pública; lo que nos ocupa es cómo la iniciativa Leal puede recuperar los principios fundamentales de la teoría del Estado, entrando en los terrenos de la alta política.
Esperemos que con esto, independientemente de su resultado, la política seria vuelva a los Poderes de la República y pasemos, por fin, de una clase política mediocre y electorera a una generación de estadistas.