jueves, 12 de marzo de 2009

Hallazgo de una nueva especie: El Homo Stupidus



Recientes análisis empíricos de antropología han permitido establecer una hipótesis, bastante fundada, de que el proceso evolutivo que Charles Darwin estableció está encontrando una suerte de retroceso –tal como la teoría de la expansión y contracción del Universo-.

Las especulaciones nos llevan a identificar a una nueva especie de homínido que se caracteriza por una morfología muy parecida a la del Homo Sapiens pero que tiene notables diferencias en su desarrollo encefálico, puesto que tiene más fuertes las conexiones neuronales propias del Neandertal para el uso de herramientas con fines prácticos, pero carece de capacidades cerebrales para reconocerlo como una especie social; por el contrario es una especie individualista.

Además de que no basa su subsistencia en la obtención de satisfactores básicos tales como el alimento, la vivienda y el vestido; dándole valor, en cambio, al procesado de la celulosa con colorantes artificiales que se denomina dinero y que no tienen ninguna propiedad nutritiva, ni curativa, ni fibrosa como para guarecer y vestir a esta criatura.

Lo más gracioso de esta especie es que, a pesar de no ser social, busca agruparse para ser observado por el resto de sus congéneres con envidia y celo, con el objeto de humillarlos y estén dispuestos hasta a denigrarse para poder emularlo; además de que tiene una conducta carroñera que aprovecha al mezclarse entre los de su especie y la del Homo Sapiens para despojarlos de lo que posea.

Llamaremos a esta nueva especie como Homo Stupidus, mutación del Homo Sapiens pero con menos cualidades que éste, con un leguaje que es capaz de hacerse entender con los seres humanos, por lo que hoy podemos saber que se llaman a sí mismos “ricos” y les gusta ser denominados así.

Aquí hay que hacer una pausa para diferenciar lo que es “rico” para el Homo Sapiens contra lo que interpreta el Homo Stupidus: En la lógica conceptual de los seres humanos “rico” proviene del Gótico Reiks y se refiere a la abundancia, sea esta de cualidades, atributos o bienes; en cambio para el Homo Stupidus “rico” es aquél individuo de su especie que acumula el procesado de celulosa en grandes cantidades, aunque nunca le de utilidad, solo por el hecho de concentrarlo y no está dispuesto de ninguna manera a compartirlo ni con sus progenitores, aunque sepa perfectamente que toda esa concentración le genera más problemas que beneficios, y que no le servirán de nada a su muerte; su conducta es como la de un necio sin inteligencia como para darse cuenta de que viviría mejor si no concentra tanto dinero, por eso es la categoría de Stupidus.

Mientras que el Homo Sapiens se refugiaba en cavernas en sus primeros tiempos, el Homo Stupidus se refugia en cosas intangibles como cuentas bancarias, inversiones, mercados de “valores” y entidades financieras especuladoras. Hoy podemos afirmar que se trata de una especie peligrosa porque no le asigna ningún sentido de valor a la vida y está dispuesto a aniquilarla con el fin de poder acumular más dinero.

Lo más escalofriante de éste análisis es que esta especie mutante ya existía desde hace años y no nos habíamos dado cuenta porque estaba mezclada con los seres humanos, por lo que le sugerimos poner atención, no es difícil identificarlos, de inmediato demuestran su interés desmedido y valoración del dinero por encima de todas las cosas, deidifican el dinero sin importar los cómos, simplemente por ser dinero.

Para poner un ejemplo, Bernard Madoff y Robert Stanford entre muchos otros pertenecen a esa especie, en cuanto los Homo Stupidus agrupados podemos encontrar a los “especialistas” de calificadoras como Standard & Poor’s, Fitch Ratings, y Moody’s, entre otros así como a los editores de la Revista Forbes que recientemente mostraron su condición de Homo Stupidus al poner a otro de sus congéneres –de menor rango- entre la lista de los grandes potentados del mundo.

Nos referimos a Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo” que es otro Homo Stupidus que cree que acumular dinero a costa de vidas humanas es importante; y cómo no colocar en la clasificación de Homo Stupidus a los editores de Forbes cuando incluyen a personajes de la delincuencia organizada, sin considerar las atrocidades y los daños físicos y psíquicos que dejan en el camino solo por obtener más dinero.

Valorar al individuo por lo que tiene y no por lo que es, resulta la estupidez más grande que puede existir y revela el grado de atrofia mental de esta nueva especie de homínido que nada tiene que ver con las cualidades de los seres humanos.

Quiero imaginar las consecuencias de la Lista Forbes que ahora dejarán la impresión, en la juventud desorientada, de que volverse delincuente tiene muy alta rentabilidad económica y ahora hasta prestigio social.

Resulta que ahora me surge una duda, si el Chapo aparece en esa lista, debo dudar de la solvencia moral del resto de los enunciados en esa lista; la decisión editorial de Forbes denigra a potentados que con un honesto esfuerzo han creado su fortuna, denigra también a la propia revista porque le quita seriedad y revela la condición de Homo Stupidus de sus editores y directivos.

Los seres humanos tenemos la obligación de domesticar y contener la conducta del Homo Stupidus antes de que nos amenace y termine por hacernos daño.