Tanto en las guerras como en la política, hay que ser muy cautos en las estrategias, porque un error minúsculo puede significar una gran derrota, y si no me creen, indaguemos sobre la Batalla de Waterloo que hundió para siempre a Napoleón Bonaparte.
Bonaparte se reafirmaba políticamente en Francia y retomaba sus pretensiones imperialistas después de su exilio, lo que le dio un exceso de confianza; la batalla decisiva fue mal abordada por no tomar en consideración la eventualidad de un terreno flojo causado por la lluvia, lo que le resto poder de fuego a la artillería; el Mariscal Michel Ney se confundió con los movimientos de las tropas aliadas y ante la ausencia de Napoleón interpretó una retirada que nunca existió, por lo que expuso a sus hombres a una lluvia de balas que puso a la caballería y a la Guardia Imperial en una desordenada huída; pero lo más importante es que por más poderoso que fuera el ejército francés, no logró el objetivo de dividir al contingente aliado de Wellington y Blücher.
¡Que parecida suena esa batalla a los errores de estrategia del PRI en Sonora! Comparemos los escenarios para comprender el grave error que está cometiendo el priísmo en la impugnación de la elección que favoreció a Guillermo Padrés en la gubernatura.
EL PRI parte de un mal diagnóstico al creer que arrasó al PAN y al PRD y se reposiciona con fuerza a la presidencia de la República en el año 2012, y es que, si bien ahora sí aceitó su maquinaria electoral, la verdad es que el resultado fue bastante mediocre.
En efecto, no ganó el PRI, perdieron el PAN y el PRD porque en los números, el partido de la revolución no alcanzó la mayoría absoluta necesaria para dominar al Congreso y requerirá de un minipartido rémora que venderá muy cara su alianza con el tricolor, el PAN perdió sus bastiones por la imposición de candidatos desde Los Pinos y el CEN porque en el congreso no le fue tan mal como en otras ocasiones.
Así que el PRI viene demasiado confiado a solicitar la anulación del proceso electoral en Sonora.
Por otra parte, el terreno no está para meter artillería pesada, recordemos que el PAN no ganó en Sonora, ganó el voto de castigo al PRI por el negligente e indolente manejo de la tragedia de la Guardería ABC de Hermosillo.
Hacia principios de junio, con todo y los errores del Instituto Electoral en la colocación de spots de televisión, el PRI aventajaba las encuestas para la elección de Gobernador, pero después del 5 de junio y del pésimo manejo judicial primeramente, político y mediático seguidamente, precipitaron la derrota del tricolor el Sonora.
Así pues, pretender imponer en la mesa al PRI en Sonora podría significar un gravísimo error de estrategia política, cuando la ciudadanía repudia al priísmo en ese estado por sus omisiones y peor aún, podría tener un efecto multiplicador en el país que cambiaría la percepción ciudadana de la elección del 5 de julio por la de un “partido gandalla” como diría Germán Martínez.
Pero la parte más grave del error de estrategia del PRI es que con la impugnación, logró lo que ya parecía casi imposible, que el PAN se reagrupara y se uniera en torno a Guillermo Padrés, el proceso de selección interna del presidente de los panistas se ubicaría ahora en un foro interno y colocaría a sus militantes en la ruta de la unidad para sacar adelante la defensa de la gubernatura de Sonora.
Y es que tal pareciera que los intereses creados en torno al gobierno de Sonora durante los gobiernos de corte priísta, ponen al tricolor ante la disyuntiva de verse como un partido gandalla o quedar expuesto a escandalosos manejos políticos y complicidades criminales, de las que se viene hablando, por lo menos, en los últimos 10 años.
En una estrategia maquiavélica, el PAN podría dejar pasar el pleito en tribunales para sacrificar a Padrés y demostrar una vez más en las urnas, que los sonorenses ya no quieren al PRI por corrupto y, aunque el triunfo del PAN sea de rebote, esto le significaría el triunfo político que tanto necesita ahora para colocarse de nuevo en la contienda del 2012.
Así como los primeros gobiernos de lo que hoy es el PRI nacieron en Sonora, ¿El PAN podría sostenerse en Los Pinos en la batalla por Sonora?, ¿Sería Sonora el Waterloo del PRI?
Bonaparte se reafirmaba políticamente en Francia y retomaba sus pretensiones imperialistas después de su exilio, lo que le dio un exceso de confianza; la batalla decisiva fue mal abordada por no tomar en consideración la eventualidad de un terreno flojo causado por la lluvia, lo que le resto poder de fuego a la artillería; el Mariscal Michel Ney se confundió con los movimientos de las tropas aliadas y ante la ausencia de Napoleón interpretó una retirada que nunca existió, por lo que expuso a sus hombres a una lluvia de balas que puso a la caballería y a la Guardia Imperial en una desordenada huída; pero lo más importante es que por más poderoso que fuera el ejército francés, no logró el objetivo de dividir al contingente aliado de Wellington y Blücher.
¡Que parecida suena esa batalla a los errores de estrategia del PRI en Sonora! Comparemos los escenarios para comprender el grave error que está cometiendo el priísmo en la impugnación de la elección que favoreció a Guillermo Padrés en la gubernatura.
EL PRI parte de un mal diagnóstico al creer que arrasó al PAN y al PRD y se reposiciona con fuerza a la presidencia de la República en el año 2012, y es que, si bien ahora sí aceitó su maquinaria electoral, la verdad es que el resultado fue bastante mediocre.
En efecto, no ganó el PRI, perdieron el PAN y el PRD porque en los números, el partido de la revolución no alcanzó la mayoría absoluta necesaria para dominar al Congreso y requerirá de un minipartido rémora que venderá muy cara su alianza con el tricolor, el PAN perdió sus bastiones por la imposición de candidatos desde Los Pinos y el CEN porque en el congreso no le fue tan mal como en otras ocasiones.
Así que el PRI viene demasiado confiado a solicitar la anulación del proceso electoral en Sonora.
Por otra parte, el terreno no está para meter artillería pesada, recordemos que el PAN no ganó en Sonora, ganó el voto de castigo al PRI por el negligente e indolente manejo de la tragedia de la Guardería ABC de Hermosillo.
Hacia principios de junio, con todo y los errores del Instituto Electoral en la colocación de spots de televisión, el PRI aventajaba las encuestas para la elección de Gobernador, pero después del 5 de junio y del pésimo manejo judicial primeramente, político y mediático seguidamente, precipitaron la derrota del tricolor el Sonora.
Así pues, pretender imponer en la mesa al PRI en Sonora podría significar un gravísimo error de estrategia política, cuando la ciudadanía repudia al priísmo en ese estado por sus omisiones y peor aún, podría tener un efecto multiplicador en el país que cambiaría la percepción ciudadana de la elección del 5 de julio por la de un “partido gandalla” como diría Germán Martínez.
Pero la parte más grave del error de estrategia del PRI es que con la impugnación, logró lo que ya parecía casi imposible, que el PAN se reagrupara y se uniera en torno a Guillermo Padrés, el proceso de selección interna del presidente de los panistas se ubicaría ahora en un foro interno y colocaría a sus militantes en la ruta de la unidad para sacar adelante la defensa de la gubernatura de Sonora.
Y es que tal pareciera que los intereses creados en torno al gobierno de Sonora durante los gobiernos de corte priísta, ponen al tricolor ante la disyuntiva de verse como un partido gandalla o quedar expuesto a escandalosos manejos políticos y complicidades criminales, de las que se viene hablando, por lo menos, en los últimos 10 años.
En una estrategia maquiavélica, el PAN podría dejar pasar el pleito en tribunales para sacrificar a Padrés y demostrar una vez más en las urnas, que los sonorenses ya no quieren al PRI por corrupto y, aunque el triunfo del PAN sea de rebote, esto le significaría el triunfo político que tanto necesita ahora para colocarse de nuevo en la contienda del 2012.
Así como los primeros gobiernos de lo que hoy es el PRI nacieron en Sonora, ¿El PAN podría sostenerse en Los Pinos en la batalla por Sonora?, ¿Sería Sonora el Waterloo del PRI?
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